22 de marzo de 2024, Día Mundial del Agua
Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores
22 de marzo de 2024, Día Mundial del Agua
El agua es una sustancia única en el Universo. Es una cantidad finita. No podemos fabricarla. Pero sabemos que sin esta maravillosa sustancia no existiría la vida como la conocemos.
Siempre hemos denominado a la Tierra como el ‘Planeta Azul’ y nos enseñaron que el 75% de la superficie del planeta es agua salada. Siempre hemos pensado que hay más agua que tierra y no es así.
Los avances tecnológicos nos han permitido conocer la realidad. El espesor de la frágil capa de agua salada que cubre el planeta es solamente de 3 diez milésimas del tamaño del planeta (3.68 km espesor de los océanos/12,762 km diámetro de la tierra = 0.0002883).
Esto quiere decir que si la Tierra tuviera un metro de diámetro, sería tan delgada como una cáscara de huevo. Si pudiéramos reunir esta agua en una esfera, sería menos de una milésima parte de la esfera de la Tierra.
El agua dulce es solo el 2.5% del total de agua del planeta y el 97.5 % es agua salada. El 69% de ese 2.5% de agua dulce es el hielo que se encuentra en Antártida y el Ártico (que por cierto estamos derritiéndolo por el calentamiento global) y como nieve en las montañas que se agrega a cuerpo de agua cada año. El 30% restante es agua subterránea, que hemos estado extrayendo a una peligrosa velocidad. Solamente el 1% de esta pequeña cantidad de agua dulce está disponible en los ríos y en los lagos (que estamos contaminado diariamente).
De esta minúscula cantidad de agua dulce disponible depende la vida de los 8,150 millones de seres humanos que habitamos el planeta.
El Banco Mundial estima que existen 1,400 millones/km3 de agua en el planeta. 35 millones/km3 (2.5% agua dulce) y nos dice que podemos acceder realmente al 0.3%, lo que nos indica que tenemos 12,962 m3 por habitante (para toda nuestra existencia).
Lo que nos indica que en realidad disponemos de muy poca agua. Pero este dato no lo conocemos todos y los líderes políticos del mundo, tampoco.
Conclusión: tenemos una sola casa, el planeta Tierra. Tenemos agua en el planeta. Sabemos cuánta agua dulce existe en el planeta y ahora ya sabemos que tenemos una pequeña cantidad de agua dulce disponible.
El futuro de esta humanidad depende del manejo inteligente de esta minúscula cantidad de agua.
Estamos calentando el planeta con emisiones de gases de efecto invernadero y perdiendo diariamente miles de hectáreas de suelo y de corteza vegetal.
Estamos contaminando no solo el agua dulce disponible, sino también el agua salada de los océanos.
Debemos abandonar estas prácticas depredadoras y modificar nuestro comportamiento ante esta alarmante realidad.
México está reprobado en la conservación, manejo y reciclaje del agua. Es urgente cambiar el modelo de gestión.